Aunque para mí, el año nuevo comienza en mi cumpleaños (31 de octubre, festividad de Samhain en la cultura celta, día de transición entre el año que acaba y el nuevo), os cuento lo que hice este año por si os sirve de inspiración para este Fin de Año-Año Nuevo.
Desde la vuelta del verano tenía un deseo tremendo de que llegara un poco de frío y el otoño 🍂. Poco a poco, esta necesidad se fue materializando en la idea de realizar una ceremonia especial por mi cumpleaños. Finalmente lo planteé en casa y agradecí que no me tomaran por loca 🙈.
Todo el mes de octubre estuve planeando la ceremonia, ideándola, diseñándola y disfrutándola con antelación, prestando atención a lo vivido y lo crecido durante el año que acababa.
Cuando llegó el atardecer del 31 de octubre...
- Me vestí de una manera especial en tonos amarillos y marrones, con mi corona de hojas secas que previamente había recogido de los Jardines del Guadalquivir en un paseo con una amiga
- Preparé un altar con un centro de hojas secas, frutos del otoño (mandarinas, granadas, nueces, castañas), velas y las calabacitas de Halloween que me preparó Sergi 💛
- Puse una playlist con 4-5 canciones tranquilas que quería que me acompañaran en ese momento.
- Di las gracias por los hitos del año que me han hecho crecer, dije adiós a aquellos que me han hecho llorar, agradecí la abundancia que me rodea, y di la bienvenida a todo lo bueno que está por llegar.
- Finalmente, leí un conjuro donde hablaba de morir y renacer, y lo quemé en una olla.
Y celebré.
Recomiendo la experiencia. Te ayuda a ser consciente de dónde estás, hasta dónde has llegado y a dónde quieres ir.
Feliz Nuevo Año. Porque cada día cuente 🥂
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