Aunque para mí, el año nuevo comienza en mi cumpleaños ( 31 de octubre , festividad de Samhain en la cultura celta, día de transición entre el año que acaba y el nuevo), os cuento lo que hice este año por si os sirve de inspiración para este Fin de Año-Año Nuevo. Desde la vuelta del verano tenía un deseo tremendo de que llegara un poco de frío y el otoño 🍂 . Poco a poco, esta necesidad se fue materializando en la idea de realizar una ceremonia especial por mi cumpleaños. Finalmente lo planteé en casa y agradecí que no me tomaran por loca 🙈. Todo el mes de octubre estuve planeando la ceremonia, ideándola, diseñándola y disfrutándola con antelación, prestando atención a lo vivido y lo crecido durante el año que acababa. Cuando llegó el atardecer del 31 de octubre... Me vestí de una manera especial en tonos amarillos y marrones, con mi corona de hojas secas que previamente había recogido de los Jardines del Guadalquivir en un paseo con una amiga Preparé un altar con un centro de h
Bailar, enseñar con respeto, recibir cariño. Repetir Sofía, maquillada por Noelia, una alumna En febrero del 2020, justo un mes antes del confinamiento, acudimos a la gala de invierno de la academia de baile de mi hija. Durante la misma, varios grupos de baile de diferentes estilos y edades mostraban lo que habían aprendido en clase desde septiembre. Nuestra hija practicaba hip hop infantil. Hubo dos actuaciones que nos llamaron poderosamente la atención. Eran canciones con un ritmo nuevo y cantadas en un idioma desconocido. Cada grupo tenía como 15 componentes que se coordinaban a la perfección, con un vestuario y maquillaje impecables. La fuerza y la energía que desprendían eran contagiosas, estábamos hipnotizados. El éxito fue total y, al finalizar la gala, los grupos no paraban de abrazarse, jalearse y aplaudirse. La traca final se disparó cuando hizo aparición la profesora con su larga melena