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2021. Reflexiones y conjuros

Aunque para mí, el año nuevo comienza en mi cumpleaños ( 31 de octubre , festividad de Samhain en la cultura celta, día de transición entre el año que acaba y el nuevo), os cuento lo que hice este año por si os sirve de inspiración para este Fin de Año-Año Nuevo.  Desde la vuelta del verano tenía un deseo tremendo de que llegara un poco de frío y el otoño 🍂 . Poco a poco, esta necesidad se fue materializando en la idea de realizar una ceremonia especial por mi cumpleaños. Finalmente lo planteé en casa y agradecí que no me tomaran por loca 🙈. Todo el mes de octubre estuve planeando la ceremonia, ideándola, diseñándola y disfrutándola con antelación, prestando atención a lo vivido y lo crecido durante el año que acababa.  Cuando llegó el atardecer del 31 de octubre...  Me vestí de una manera especial en tonos amarillos y marrones, con mi corona de hojas secas que previamente había recogido de los Jardines del Guadalquivir en un paseo con una amiga Preparé un altar con un centro de h

Pepe Baeza - Zapatero

Un oficio que cuida al barrio y al medio ambiente

Así teñía, así así
Una pudiera pensar que ser zapatero es una profesión en peligro de extinción, pero nada más lejos de la realidad. 

La media de personas que entran por la puerta del taller de Pepe un sábado de 10:30 a 11:30 es de una cada 3 minutos. Unas para dejar encargos, otras para recogerlos, algunas para reclamar, y otras, simplemente, para saludar. 

Yo me pregunto cuándo tiene tiempo para trabajar, ya que, cuando llego, Pepe está tiñendo unos zapatos. Pasada una hora me voy y sigue tiñendo los mismos zapatos 🤷🏻‍♀️

En los últimos años mi creciente conciencia ecológica ha modificado muchos de mis hábitos, sobre todo los relacionados con el consumo. El exceso de productos de usar y tirar, y la escasa sostenibilidad de los materiales actuales me pide reparar y reutilizar productos que ya tengo. 

Y así fue como conocí a Pepe, hace como unos 5 años, buscando un zapatero que hiciera arreglos más allá de una copia de llaves, unas tapas nuevas o un agujero en el cinturón. 

Lo primero que me sorprendió fue su juventud. Unos 30 años tenía 😮

Lo segundo fue su creatividad en las reparaciones de todo tipo, ya sean suelas, interiores de botas, mochilas o carteras. 

Una decisión (para toda la) de vida

Procedente de una familia agrícola de Alcolea del Río, tanto Pepe como su hermana optaron por caminos diferentes al familiar. Con 17 años "me pareció que ser zapatero podía ser interesante", pero no conocía a ningún zapatero ni nada relacionado con el oficio, así que, ¿cómo aprender? 🤔

Escaparate con mensaje
Entonces no había ni academias ni formación profesional, "lo único, alguna empresa que daba formación para que trabajaras en su nombre, franquicias". Así conoció a Mister Minit, multinacional belga del arreglo rápido de zapatos que seguro conocéis por sus sucursales en los centros comerciales cuyo nombre empieza por Cor y termina por Gles. 

Pepe estuvo 3 años y medio trabajando para Mister Minit en diferentes localidades de España, el tiempo suficiente para asegurarse de que le gustaba la profesión y de que aprendía lo justo y necesario para montar su propio taller de reparación de calzado.

Cuatro años después, con 21 años, abrió un taller en el centro de Sevilla. 

Un golpe de realidad 

Ahora Pepe arregla más que rompe, doy fe
Días después se dio cuenta de que "No sabía nada. Cinco años tuvieron que mantenerme mis padres, porque yo cobraba únicamente aquellos trabajos que podía asegurar que estaban bien hechos", y estos, por aquel entonces, eran muy escasos. "Rompía, más que arreglaba". 

El mundo del calzado resultó ser mucho más complejo de lo que imaginó, y fue consciente de lo que le faltaba por aprender hasta poder dar un servicio de calidad

"Abría todos los días con miedo. Sin saber, pero queriendo hacerlo, porque quería dedicarme a esto". 

Intentó buscar un maestro zapatero que le enseñara, pero no tuvo éxito. "Se lo pedí a un zapatero al que admiraba… pero me dijo que él únicamente quería enseñar a su hijo" 😔. Pero su hijo no quería aprender, así que el conocimiento se perdió.

Y es que esta era y sigue siendo la forma habitual de aprender el oficio de zapatero, de padres a hijos. En estos momentos, desde 2014 existe el 'Título Profesional Básico en Arreglo y Reparación de Artículos Textiles y de Piel', un módulo de Formación Profesional de 2.000 horas, por si alguien quiere aprender y no encuentra maestro 😉

Autocoaching en una pared del taller
En aquellos principios, el trato con la clientela también le resultaba difícil: "No entendía a las personas, esto me costó un psicólogo". 

A pesar de los malos ratos, se dio cuenta de que la ocupación tenía futuro: "Constaté que, si unos zapatos nos gustan y nos resultan cómodos, los arreglaremos tantas veces como sean necesarias. Da igual lo que costaron, ni los años que tengan. Y después, además, podemos reutilizar sus piezas para otros productos. Hay clientas que me han traído la correa de un bolso y la cremallera de otro para ponérselos a un tercero". 

Y así Reparamos, Reutilizamos, Reciclamos 💚

Maestro Tono

Atendiendo a una clienta
Un golpe de suerte le puso en el camino a Tono, que se convirtió en su mentor. Era el gerente de una zapatería a nivel nacional, así que, cada cierto tiempo, Pepe pasaba una semana en Madrid visitando el taller central y conociendo en profundidad la industria del calzado y sus diferentes fases: diseño, patronaje, montaje y reparación. 

Con Tono y su equipo Pepe aprendió no solo de zapatos -modelos, materiales, fabricación-, sino también de personas: anatomía, formas de andar, posturas, ortopedia… Aprendió a leer los zapatos y a conocer y a curar a las personas por los pies 🦶🏻: "Cuando veo un zapato identifico cómo anda esa persona, si carga más de una pierna o de otra, qué tipo de pie tiene, por qué siempre se le estropea el zapato por el mismo sitio, etc.". 

Y a medida que aumentaba su conocimiento sobre el calzado, lo hacían también sus habilidades profesionales y personales. Y su autoestima

Mejor en un barrio 

El taller de Pepe en León XIII
Tras 5 años en el centro de Sevilla, con experiencia, seguridad, y con las ideas más claras, decidió mudarse a un barrio. "El centro rebosa vida, pero es caótico y acelerado. La calidad la da la paciencia, y en el centro no la hay". Intentó instalarse en un mercado de abastos, pero finalmente acabó en su ubicación actual, León XIII, donde lleva ya 9 años. 

Ahora que conoce bien a su clientela y que tiene controladas las reparaciones y su ritmo de trabajo, está preparado para dar un siguiente paso en su carrera: diseñar y fabricar sus propios modelos de zapatillas y complementos. Una fábrica pequeña pero de calidad, "artesanía con técnicas modernas". 

Además, recordando sus difíciles inicios, ha tenido ya cuatro aprendices, "estoy dispuesto a formar y ayudar a quien me lo pida". 

Pepe me cuenta otras curiosidades de la actualidad del gremio, donde hay concursos mundiales de reparación de calzado (cuyo vigente campeón, por cierto, es el zapatero español Javier Nieva) e incluso competiciones de lustrado/glaseado de calzado, solo apto para sibaritas 😮.

Pepe, lo que más disfruta de su profesión es "sentarse en la mesa a trabajar". Y lo que menos, "quitarle puntadas a un trabajo porque el cliente tenga prisa". 

"No dudes en preguntarme, porque, si tiene arreglo, lo encontraremos". Este es su lema, así que ya sabéis, a cuidaros y a cuidar al medio ambiente 😎

Artículo audiodescrito

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    Comentarios

    1. Interesante , cómo todos los publicados hasta ahora, este nuevo artículo sobre el oficio de zapatero. Por mi parte desconocía cómo se podía llegar a él , y, desde luego , la vocación y tesón que hay que tener para ser un virtuoso en este oficio, cómo parece ser Pepe Baeza. Suerte en el futuro y enhorabuena a los dos , artista y articulista.

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